El informe “Evolución del alquiler de temporada en Canarias”, presentado por Drago Canarias, revela que cerca del 50 % de las viviendas ofertadas en el Archipiélago se destinan ya al alquiler de temporada, una modalidad que supera el 50 % en islas como Fuerteventura, Lanzarote, La Palma y El Hierro.
El estudio refleja que esta tendencia avanza con rapidez y limita el acceso a la vivienda para la población residente, especialmente para jóvenes y trabajadores. En el último año y medio, las dos capitales han experimentado un incremento muy acusado: Santa Cruz de Tenerife ha pasado del 5 % al 26 % de oferta de temporada, mientras que Las Palmas de Gran Canaria ha aumentado del 8 % al 31,8 %.
Drago Canarias advierte de las consecuencias sociales de este fenómeno, recordando que el alquiler de temporada está orientado a nómadas digitales, profesionales desplazados o alquileres de larga estancia encubiertos. Su portavoz nacional, Carmen Peña, subraya que “no somos una temporada, somos personas que necesitan un hogar”, insistiendo en que los contratos temporales dificultan cualquier proyecto de estabilidad en el Archipiélago.
El informe recoge además los porcentajes por islas: Lanzarote encabeza la lista con un 59,52 %, seguida de La Palma (54,84 %), Fuerteventura (52,05 %), El Hierro (50 %), Gran Canaria (45,88 %), La Gomera (35,71 %) y Tenerife (35,47 %). En cifras absolutas destacan Gran Canaria, con 723 viviendas de alquiler habitual frente a 613 de temporada, y Lanzarote, con apenas 17 ofertas de alquiler habitual frente a 25 de temporada.
Drago Canarias adelanta que trabaja en una estrategia para frenar esta tendencia, entre ellas limitar la opción de alquiler de temporada a casos estrictamente laborales. El informe detalla también el marco legal vigente y recuerda la diferencia entre vivienda de temporada, vivienda habitual y vivienda vacacional.



