El Ayuntamiento de Antigua ha puesto en servicio una nueva rampa accesible en el acceso más céntrico a la playa de El Castillo, una infraestructura que salva un desnivel de dos metros y permite evitar el uso de las escaleras para llegar a la arena, facilitando el paso de personas con movilidad reducida y usuarias de silla de ruedas.
La rampa, financiada íntegramente por el Ayuntamiento de Antigua con una inversión de 37.000 euros desde la Concejalía de Accesibilidad, está ejecutada en madera e incorpora dos pasarelas paralelas con barandillas y barreras de protección laterales, mejorando tanto la seguridad como la estética del paseo marítimo.
El alcalde, Matías Peña García, subraya que se trata de “una obra sencilla en su diseño pero muy compleja en su tramitación”, recordando el trabajo iniciado en la legislatura anterior para obtener los informes y permisos necesarios ante Costas, impulsado entonces por la concejala Deborah Edgington y por el responsable de Accesibilidad de aquel momento, Suso Montañez.
El concejal de Accesibilidad, Giuseppe Signorino, detalla que la nueva estructura dispone de dos tramos de unos 12 metros de longitud, con una superficie total de 51 metros cuadrados y un ancho cercano a los dos metros, dimensiones que permiten el paso cómodo de sillas de ruedas y acompañantes. Además, el pasamanos continuo facilita el apoyo y la estabilidad de las personas con movilidad reducida durante todo el recorrido.
La rampa da acceso directo a la zona de mayor uso de la playa de El Castillo, hasta ahora comunicada únicamente mediante escaleras. Con esta actuación, el Ayuntamiento de Antigua avanza en la eliminación de barreras arquitectónicas en uno de los enclaves turísticos más transitados del municipio, mejorando la accesibilidad universal y el disfrute de la playa para residentes y visitantes.



