La emergencia habitacional continúa agravándose en Canarias. Así lo refleja el último informe de Acción Social de Cáritas Diocesana de Canarias correspondiente al primer semestre de 2025, que señala un incremento del 19% en el número de familias atendidas en situación de exclusión residencial.
Durante los seis primeros meses del año, la entidad ha acompañado a 1.078 personas en situación de sinhogarismo, un 11% más que en el mismo periodo de 2024. En el último año, 299 familias atendidas por el área de vivienda han atravesado situaciones graves sin poder garantizar un techo seguro.
El informe sitúa el encarecimiento de la vivienda como uno de los principales factores de desigualdad. En los últimos cinco años, el precio de la vivienda ha aumentado un 49% en Canarias y el alquiler un 54%, superando de media los 1.000 euros mensuales en la provincia de Las Palmas. Esta realidad provoca que muchos hogares, tras afrontar los gastos básicos, queden por debajo del umbral de la pobreza.
Las familias con hijos a cargo representan el 41% de los hogares acompañados, mientras que el 19% son familias monoparentales. Además, el 61% de los hogares están sustentados por mujeres y el 65% se encuentra en situación de desempleo. La situación es especialmente compleja entre personas migrantes, cuya vulnerabilidad se ve agravada por la falta de redes de apoyo y dificultades administrativas.
Cáritas subraya que la dificultad de acceso a una vivienda digna atraviesa todas las realidades que atiende la entidad, desde la precariedad laboral hasta las migraciones, las adicciones o la trata. Ante este escenario, reclama políticas públicas estables que prioricen el derecho a la vivienda como elemento clave para la integración social.
Con la llegada de la Navidad, la entidad refuerza su labor de acompañamiento a las personas más vulnerables, recordando que vivir con dignidad no debería depender de la suerte, sino de un compromiso colectivo.



