Se cierran temporalmente y de manera preventiva una serie de senderos y zonas de interés biológico hasta la finalización de dicho periodo
Con el objetivo de preservar la fauna silvestre majorera, el Cabildo de Fuerteventura, a través del área de Medio Ambiente, ha ordenado el cierre preventivo y de manera temporal de una serie de tramos, senderos y otras zonas sensibles de interés biológico, coincidiendo con la época de reproducción y cría de aves. Esta medida es fundamental para garantizar la preservación y conservación de la biodiversidad majorera, en especial, de aquellas especies protegidas que se encuentran particularmente amenazadas.
La época de reproducción y cría es un momento crucial en el ciclo vital de las especies silvestres. Por este motivo, es fundamental implementar medidas de conservación. En este periodo, de febrero hasta julio en el caso de aves esteparias y rapaces, las especies son más vulnerables. Según advierte la Consejería de Medio Ambiente, que dirige Carlos Rodríguez, un fracaso en la reproducción y cría puede provocar un importante declive en sus poblaciones.
De esta manera, los tramos, senderos y zonas de interés biológicos afectadas son:
• Morro Francisco (Municipio de La Oliva)
• Malpaís de la Arena (Municipio de La Oliva)
• Escanfraga (La Oliva)
• Los Caletones (La Oliva)
• Barranco de Tinojay (Municipio de La Oliva
• La Muda (Municipio de Puerto del Rosario)
• Barranco de Los Molinos (Municipio de Puerto del Rosario)
• La Herradura (Puerto del Rosario)
• Barranco de La Muley (Municipio de Antigua)
• Barranco de la Torre (Municipio de Antigua)
• Caldera de Gairía (Municipio de Antigua)
• Caldera de los Arrabales (Municipio de Tuineje)
Desde el Cabildo de Fuerteventura se hace un llamamiento a la ciudadanía para evitar cualquier perturbación en los lugares de cría y reproducción de las especies silvestres. Además, se recuerda la necesidad de respetar la cartelería informativa para ayudar a conservar la fauna de la Isla. El incumplimiento de estas medidas constituye una infracción administrativa que puede acarrear sanciones económicas que oscilan entre los 100 y los 200.000 euros, conforme a lo dispuesto en la Ley 428/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y la Ley 4/2017, de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias.
De este modo, se contribuye entre todos y todas a preservar la biodiversidad majorera, especialmente las especies que se encuentran amenazadas.