En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el Colegio de Enfermería de Las Palmas considera necesario un mayor esfuerzo público en formar e informar a las familias y reclama más medidas de apoyo a las madres lactantes.
La alimentación en los primeros años de vida es clave para el desarrollo de las personas y tiene efectos a largo plazo en su salud y bienestar. Por eso, teniendo en cuenta los beneficios que aporta a los bebés y a sus madres, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva como forma de alimentación durante los primeros seis meses de vida. Para recordarlo, crear conciencia y fomentar acciones en su favor, todos los años, del 1 al 7 de agosto, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una campaña global coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés).
La OMS establece como objetivo mundial para el año 2025 alcanzar una tasa de lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida del 50% de la población. España aún está muy lejos de esa cifra, con apenas un 39%, según los últimos datos disponibles de la Encuesta Nacional de Salud (2017). Aunque el porcentaje va en claro aumento en los últimos años, todavía se sitúa a 11 puntos del objetivo fijado por la OMS para el próximo año. De ahí la necesidad de seguir insistiendo en la información sobre los beneficios de la lactancia materna y su importancia capital en la primera infancia.
Abandono temprano
Según el estudio ‘Lactancia materna en España y factores relacionados con su instauración y mantenimiento’, publicado en enero de 2024 en la revista Atención Primaria, un 90% de las madres españolas tienen el propósito inicial de proporcionar lactancia materna. Sin embargo, el porcentaje de lactancia materna exclusiva disminuye de manera llamativa en las semanas posteriores al parto, alcanzando el 66% a las dos semanas del nacimiento y reduciéndose hasta al 39% a los seis meses de vida del bebé. Este abandono precoz, un fenómeno común en la mayoría de las sociedades occidentales, está ocasionado por diferentes factores sanitarios, socioculturales y económicos sobre los que resulta urgente actuar con medidas multidisciplinares que impliquen a todos los componentes del sistema sanitario, pero también a las familias y a la sociedad en su conjunto.
Información y apoyo
Uno de los aspectos que más influye en el inicio y la supervivencia de la lactancia materna es haber recibido información adecuada durante la estancia hospitalaria. Resulta especialmente importante que los sistemas públicos de salud insistan en la enseñanza de la técnica de lactancia a primíparas, el aprendizaje de la madre antes del parto y en el posparto inmediato y la revisión de tomas por personal entrenado durante los primeros días de vida.
Otro condicionante de primer orden en la prevalencia de la lactancia materna es el nivel de apoyo familiar, social y laboral con que se encuentran las madres lactantes. Con el lema ‘Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones’, la Semana Mundial de la Lactancia Materna se centra este año en la importancia de que todas las madres que así lo deseen puedan amamantar con éxito a sus hijos, con independencia de sus circunstancias. La sociedad tiene el deber de proteger la lactancia materna en todas las circunstancias, garantizando que todas las mujeres tengan la oportunidad de seguir amamantando a sus bebés durante el tiempo que ellas decidan.
En sociedades como la nuestra, un momento decisivo es la reincorporación de la madre lactante a su puesto de trabajo remunerado. Es necesario disponer de legislación que favorezca la conciliación familiar y laboral de las madres con hijos e hijas lactantes a través de iniciativas concretas, como un permiso de maternidad mínimo de 18 semanas, horarios flexibles que permitan reducir la separación entre madres e hijos y la instauración de pausas de lactancia que permitan amamantar o extraer leche en el entorno laboral. También es importante asumir que la lactancia materna no es una responsabilidad exclusiva de las madres, sino que implica a toda la sociedad, por lo que requiere un enfoque colectivo y multidisciplinar tanto a nivel comunitario como hospitalario.
Compromiso del CELP con la lactancia materna
El Colegio de Enfermería de Las Palmas (CELP) está comprometido con la promoción de las buenas prácticas de alimentación y salud materno infantil entre la ciudadanía. Es el primer colegio profesional de toda España en firmar un convenio de colaboración con la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), organización responsable de desarrollar en nuestro país el proyecto de la OMS y UNICEF para animar a las instituciones y los profesionales del ámbito sanitario a proteger, fomentar y apoyar la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento. En el marco de este convenio, el CELP promueve la formación certificada de los profesionales de enfermería, con el fin último de favorecer la implantación de buenas prácticas de alimentación y salud materno infantil en los centros sanitarios de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
El CELP ha implementado este año un nuevo curso de investigación científica en lactancia dirigido proporcionar herramientas y conocimientos a profesionales de enfermería que deseen diseñar, implementar y evaluar estudios en este ámbito. La iniciativa, que pretende contribuir a la generación de evidencia científica que respalde y mejore las prácticas de lactancia materna, reafirma la voluntad del Colegio de Enfermería de promover la excelencia en la atención materno-infantil y la promoción de la salud en la comunidad.
Otra de las iniciativas más recientes del Colegio de Enfermería de Las Palmas es la puesta en marcha de una exposición fotográfica itinerante para fomentar la visibilización y normalización de la lactancia materna en los espacios públicos. La muestra está compuesta por 15 láminas asociadas cada una de ellas a una frase de concienciación sobre los importantes beneficios que la lactancia materna aporta a la salud actual y futura tanto del bebé como de su madre. Ya ha sido expuesta en diferentes entornos sociales y comunitarios de las tres islas, centros de salud y lugares como el Aeropuerto de Fuerteventura, el Club Náutico de Arrecife, el Centro Comercial Siete Palmas, el Centro Comercial Las Rotondas, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Teatro Cuyás o el Museo de Historia de Agüimes, entre otros.
Lactancia materna y salud
Según la OMS, la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida aporta muchos beneficios tanto al niño como a la madre. Entre ellos destaca la protección frente a las infecciones gastrointestinales, que se observa no solo en los países en desarrollo, sino también en los países industrializados. El inicio temprano de la lactancia materna (en la primera hora de vida) protege al recién nacido de las infecciones y reduce la mortalidad neonatal.
La evidencia científica demuestra además que lactancia materna de más de tres meses de duración puede disminuir hasta un 77% el riesgo de otitis media, un 75% el riesgo de infecciones respiratorias de vías bajas, un 40% el riesgo de asma y un 42% el riesgo de dermatitis atópica. Una lactancia materna de seis meses de duración puede disminuir también el riesgo de padecer leucemia en un 20% y en un 36% el riesgo de muerte súbita. Influye además en un menor riesgo de enfermedad celíaca, obesidad y diabetes en la edad adulta.
Además de beneficiar a los hijos e hijas, amamantar también ayuda a la madre a mejorar su salud presente y futura, reduciendo las hemorragias postparto, mejorando la remineralización ósea postparto y disminuyendo el riesgo de cáncer de mama, ovario y de diabetes tipo 2, entre otros beneficios. Además, el contacto físico con el bebé lactante crea un vínculo afectivo que resulta óptimo para su desarrollo y hace que la madre experimente un mayor sentimiento de satisfacción y autoestima.
El papel de la enfermería
Los profesionales de enfermería juegan un papel crucial en la promoción y el apoyo a la lactancia materna, especialmente en situaciones de mayor vulnerabilidad. La enfermería no sólo proporciona el conocimiento técnico necesario para ayudar a las madres a iniciar y mantener la lactancia, sino que también ofrece el apoyo emocional y psicológico fundamental para superar las dificultades iniciales y continuar con éxito la lactancia.
Las enfermeras y enfermeros actúan como defensores de la lactancia materna en el ámbito comunitario y hospitalario, educando a las familias sobre sus beneficios y ayudando a crear entornos favorables para la lactancia. Su intervención puede ser determinante para asegurar que las madres reciban la información y el apoyo necesarios desde el primer momento, reduciendo así las tasas de abandono temprano de la lactancia y mejorando los resultados de salud tanto para la madre como para el bebé.
En situaciones de vulnerabilidad, como pueden ser madres adolescentes, familias de bajos ingresos, madres con problemas de salud mental o aquellas que han tenido partos prematuros, el apoyo de las enfermeras es aún más vital. Son profesionales capacitadas para identificar y abordar los obstáculos que pueden enfrentar estas madres, proporcionando asesoramiento personalizado y estrategias prácticas para facilitar la lactancia.