El sistema, probado con éxito en La Oliva (Fuerteventura), permitirá a astronautas y róveres navegar por la Luna con una precisión similar a Google Maps
La Oliva (Fuerteventura), 9 de mayo de 2025
La multinacional tecnológica GMV ha presentado oficialmente LUPIN (Enabling High-Performance PNT in the Lunar Environment), un innovador sistema de navegación lunar desarrollado en el marco de un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA). Este avance, probado con éxito en La Oliva (Fuerteventura) entre el 27 de abril y el 8 de mayo, promete transformar la movilidad automatizada en la superficie lunar, marcando un antes y un después en la exploración espacial.
LUPIN es un sistema de posicionamiento y navegación similar al GPS terrestre, diseñado para operar en la Luna. Permitirá que astronautas y vehículos autónomos (róveres) dispongan de una herramienta de navegación en tiempo real, comparable a lo que hoy conocemos como Google Maps, adaptada al entorno lunar.
Un sistema pionero que resuelve una carencia histórica
Actualmente, la navegación en la Luna enfrenta graves limitaciones. No existe una red de satélites como el GPS terrestre, por lo que las naves deben recurrir a cálculos internos y comunicación con la Tierra para ubicarse. LUPIN revolucionará este modelo, reduciendo la dependencia de la Tierra, mejorando la precisión y permitiendo desplazamientos más rápidos, seguros y eficientes sobre el terreno lunar.
El proyecto forma parte del programa NAVISP (Navigation Innovation and Support Programme) de la ESA, que impulsa tecnologías avanzadas de posicionamiento, navegación y sincronización (PNT) aplicables a futuros entornos lunares. LUPIN combina métodos de PNT planetaria con las futuras señales de medición de distancia del sistema LCNS (Lunar Communication Navigation System), una red satelital planificada para la órbita lunar.
Fuerteventura como banco de pruebas lunar
Durante las pruebas de campo en Fuerteventura, el sistema fue validado mediante recorridos de más de 7 kilómetros a distintas velocidades, desde 0,2 m/s hasta 1,0 m/s, simulando condiciones lumínicas del entorno lunar —incluyendo pruebas nocturnas y en total oscuridad—. Se recrearon diferentes tipos de terreno y entornos, como los que se prevén en zonas de sombra permanente o el polo sur de la Luna.
En la presentación oficial celebrada en el terrero de lucha de Lajares, el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, expresó el orgullo del municipio por acoger un proyecto de esta envergadura:
“El éxito de estas pruebas demuestra que La Oliva puede ser un referente en la experimentación tecnológica de alto nivel sin comprometer el entorno natural”.
El consejero de Innovación del Cabildo de Fuerteventura, Rayco León, destacó el papel creciente de la isla en el ámbito aeroespacial:
“Fuerteventura ya es una referencia tecnológica, con iniciativas como las del Parque Tecnológico. Proyectos como LUPIN diversifican nuestra economía y nos colocan en el mapa de la innovación internacional”.
Por parte de GMV, la directora de estrategia de Ciencia, Exploración y Transporte, Mariella Graziano, y el responsable del proyecto LUPIN, Steven Kay, explicaron los avances logrados.
Kay señaló: “Hemos recopilado datos en diversas condiciones, simulando escenarios reales que los róveres enfrentarán en la Luna. Esto nos permite validar el sistema en entornos lo más fieles posible al lunar”.
Graziano añadió: “En GMV nos gusta empujar los límites de la tecnología y convertir el futuro en presente”.
De la Tierra a la Luna: una comparación inevitable
Mientras que en la Tierra disfrutamos de sistemas como Google Maps gracias a una red global de satélites, conectividad continua y datos dinámicos, la navegación lunar aún depende de métodos rudimentarios. Las tecnologías actuales, como sensores ópticos, LIDAR o mapas preestablecidos, son útiles, pero limitadas y estáticas. LUPIN pretende cerrar esa brecha tecnológica, adaptando las ventajas del entorno terrestre al contexto lunar.
Con este avance, la ESA y GMV sientan las bases de una nueva era en la exploración espacial automatizada, en la que los vehículos podrán moverse con autonomía, precisión y rapidez sobre la superficie lunar, allanando el camino para futuras misiones tripuladas y robóticas.