La Guardia Civil, a través del Destacamento Marítimo de Fuerteventura, intervino el pasado 15 de octubre un total de 100 kilos de pescado en una embarcación deportiva en Puerto Calero (Lanzarote). Los cuatro ocupantes, de entre 40 y 60 años, superaban el límite legal de 5 kilos por persona establecido para la pesca recreativa por la Ley 17/2003 de Pesca de Canarias.
La actuación se inició tras un aviso ciudadano que alertó de que la embarcación llevaba dos días pescando con posibles excesos de capturas. Los agentes, en colaboración con los servicios de guardapescas de la Consejería de Transición Ecológica y Energía, procedieron a la inspección del barco, hallando una amplia variedad de especies —como samas, bocinegros, sargos o gallo moruno— que sumaban los 100 kilos intervenidos.
El pescado fue destruido debido a la ruptura de la cadena de frío, ya que las neveras carecían de suficiente hielo o refrigeración. Según las pesquisas, el destino podría haber sido la venta a restaurantes locales.
La Guardia Civil recuerda que el furtivismo marino afecta tanto a quienes lo practican como a los establecimientos que adquieren pescado sin pasar por los puntos de primera venta que garantizan su control sanitario. En los últimos meses, el cuerpo ha intensificado su vigilancia en aguas próximas a Fuerteventura, con actuaciones que incluyen la incautación reciente de 49 kilos de pulpo y 25 de lapas en Corralejo.
Las sanciones por infracción grave pueden alcanzar los 60.000 euros, además del decomiso de los productos.



