La diputada majorera denuncia los efectos de estas especies en ecosistemas, cultivos, turismo y salud pública, y reclama más legislación, recursos y educación ambiental.
La diputada del Grupo Nacionalista Canario (CCa), Natalia Évora Soto, advirtió en la Comisión de Transición Ecológica del Parlamento de Canarias sobre el grave peligro que supone la proliferación de especies invasoras para la biodiversidad del Archipiélago. “Este fenómeno silencioso y destructivo amenaza no solo nuestros ecosistemas, sino también nuestra economía, nuestra salud y nuestra identidad cultural”, sentenció.
Durante su intervención, Évora destacó el valor biológico de Canarias, fruto de millones de años de evolución aislada, y lamentó que esta riqueza esté cada vez más comprometida por la expansión de especies como la uña de gato (Carpobrotus edulis), que invade dunas y desplaza especies endémicas como el cardón o el tajinaste; el rabo de gato (Pennisetum setaceum), que incrementa el riesgo de incendios; o la culebra real de California (Lampropeltis californiae), que pone en riesgo a reptiles como el lagarto gigante de Gran Canaria.
También alertó del crecimiento de la población de ardillas morunas en Fuerteventura, con consecuencias negativas para los cultivos de la isla.
“Las especies invasoras afectan a la agricultura, al turismo sostenible, a la gestión del agua y al equilibrio ecológico que garantiza nuestro bienestar”, afirmó Évora. Además, recordó que su control y erradicación suponen millones de euros anuales en gastos públicos y pérdidas económicas.
Desde el Grupo Nacionalista Canario se han propuesto varias medidas, entre ellas:
- Refuerzo de la legislación sobre la importación y comercialización de especies exóticas.
- Programas estables de erradicación y control con dotación técnica y humana suficiente.
- Mayor educación ambiental en colegios, medios y comunidades.
- Incremento de la colaboración científica con universidades y centros de investigación.
- Exigencia de financiación europea, considerando que Canarias forma parte de la Red Natura 2000 y del patrimonio natural europeo.
“Esto no es una opción, es nuestra responsabilidad. No proteger nuestras islas hoy es condenar su futuro mañana”, concluyó la diputada.