El Pleno del Cabildo de Fuerteventura ha aprobado una declaración institucional para la regulación temporal de la pesca de pequeños pelágicos con arte de cerco (traíña o sardinal), con el fin de proteger las poblaciones de estas especies y garantizar la continuidad de la pesca artesanal del atún con cebo vivo, una de las más importantes del archipiélago canario.
La presidenta del Cabildo, Lola García, destacó que esta medida responde a una reivindicación del sector pesquero de la Isla. “Nos hacemos eco de una demanda histórica de los pescadores, porque proteger estas especies no solo es esencial desde el punto de vista ecológico, sino también para preservar una actividad económica y cultural clave como es la pesca artesanal del atún”, señaló.
La declaración institucional parte de la preocupación por el notable descenso en las poblaciones de pequeños y medianos pelágicos como el jurel, la caballa del Atlántico y la sardina de ley, cuya presencia ha disminuido en los últimos años debido a factores medioambientales. Estos recursos son fundamentales como cebo en la pesca de túnidos, por lo que resulta imprescindible mantener una biomasa mínima en aguas de Fuerteventura hasta que estas poblaciones puedan recuperarse.
En este sentido, el Cabildo solicita a la Dirección General de Pesca del Gobierno de Canarias que adopte una serie de medidas específicas. Entre ellas, permitir la pesca con traíña o sardinal para fines comerciales de jurel, caballa del Atlántico y sardina de ley, con un tope máximo de 200 kilogramos por embarcación y semana, entre los meses de mayo y enero.
Asimismo, se propone prohibir la pesca con estos artes durante los meses de febrero, marzo y abril, al considerarse un periodo clave para la captura de estas especies como cebo. En contrapartida, se pide que se autorice su uso sin límite cuando el destino del pescado sea exclusivamente como cebo vivo o muerto para la pesca artesanal de túnidos.
Con esta declaración institucional, el Cabildo de Fuerteventura reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible del sector pesquero local, así como con la protección del ecosistema marino y las prácticas tradicionales que garantizan el futuro de la actividad.