la retirada de la alcaldía honoraria fue acordada en el último pleno por 12 votos a favor ( CC, PSOE y AMF), 8 abstenciones (PP y Fuerteventura Avanza) y 1 voto en contra (Vox).
El Grupo de Gobierno del Ayuntamiento de Puerto del Rosario había propuesto al Pleno de la corporación la adopción de las siguientes propuestas de acuerdo:
Retirar la alcaldía honoraria otorgada en 1944 al general Francisco García Escámez y, en aras a preservar la dignidad que ha de inspirar a cualquier administración, a cualquier institución pública, desestimar el otorgamiento de cualquier distinción y reconocimiento oficial y oficioso a cualquier persona incursa en la supresión y la lesión de los derechos humanos.
Para el alcalde, David de Vera, en el último pleno, “el Grupo de Gobierno presentaba esta moción con el objetivo de corregir algunos hechos que fueron otorgados en el pasado, en un marco histórico, que nada tiene que ver con la actualidad, donde la Democracia reside en el pueblo y como representantes públicos es nuestro deber defenderla y promoverla”.
El concejal de Cultura, Juan Jiménez, exponía que “alguien que formó parte del directorio franquista no puede ser alcalde honorífico de Puerto del Rosario. Hay que borrar cualquier rastro de apología franquista, en todo espacio y lugar, siguiendo la senda marcada por la ley de Memoria Histórica que pretende reparar los errores del pasado”.
El general Francisco Franco, al que le fue retirada la presidencia honorífica del Cabildo de Fuerteventura en 2015 -se le había concedido en 1945-, confío al general Francisco García Escámez la jefatura del Mando Económico de Canarias en 1943, desde el que llevó a cabo ciertas obras encaminadas a garantizar el sostenimiento del escaso desarrollo socioeconómico de la región, con lo que García Escámez obedeció un mandato de la superioridad militar del régimen.
En ese contexto histórico, García Escámez recibe la condición de alcalde honorario de Puerto del Rosario, hecho que se recoge en el acta del Ayuntamiento del 16 de marzo de 1944.